MB Flight Commander
Imprescindible armatoste que permite usar, específicamente, un solo juego de Atari 2600: el
Spitfire Attack de la propia MB. Los ínclitos ejecutivos de Milton Bradley decidieron sacar a la venta en 1983, el año en que cascó el mercado de las videoconsolas domésticas en EEUU, dos juegos que incluían un mando especial: este Spitfire Attack, con su Flight Commander, y Survival Run, que se acompañaba del Cosmic Commander. Se puede decir que tuvieron el don de la oportunidad. Un tercer mando, Armored Commander (sic), que permitía controllar un tanque en el juego Tank Blitz, no llegó a ver la luz aunque se anunció en los catálogos de la compañía (debía haber salido en 1984), y el Voice Commander, que pretendía dar la réplica al (presunto) módulo de reconocimiento de voz de la expansión MBX que MB había producido para el TI-99/4A, ni siquiera llegó a prototipo. No estaba el horno para bollos.

Alimentado por cuatro pilas de tipo D, necesarias para hacer vibrar el mando cuando se dispara y para iluminar la bombilla de la pantalla de adorno que lleva en el frontal, el Flight Commander es un mamotreto que no pasa desapercibido. La especialidad de MB eran los juguetes, y parece que sus jefes no querían dejar pasar la oportunidad de vender un producto que encajaba exactamente con su actividad principal. No me malinterpretéis, el juego no es malo: de hecho, es entretenido. Pero para jugarlo no creo que fuera en absoluto necesario comprar también este cacho de plástico de 34 centímetros de largo.


Porque ese es el truco del Flight Commander, esconder debajo de una carcasa inmensa un simple joystick. Aunque pueda parecer una pistola óptica supervitaminada, no lo es: dentro solo hay una palanca que se mueve hacia adelante, hacia atrás, a izquierda y a derecha. No hay que apuntar a la pantalla, porque lo único que hace es mover el punto de mira en una de las cuatro direcciones.

Así que el Flight Commander se puede usar con cualquier otro juego, aunque no es muy cómodo. Navegar por el menú del Harmony con él es como tallar un grafiti en la roca de una cueva, es como del paleolítico, engorroso y hasta doloroso, aunque no deja de tener un cierto atractivo perverso. Por cierto, y hablando de perversiones: he buscado su PVP original, y no he dado con él; si alguien lo encuentra por ahí, que por favor me lo pase.
Y una última reflexión: el mando hace referencia a un avión,
el Spitfire, que no creo que llevara dentro nada semejante a este chisme. En el display de mentirijillas aparece una referencia al combustible que queda, pero, joder, este Flight Commander se parece más a una ametralladora que a la palanca de un avión de la segunda guerra mundial (cualquier similitud con
los mandos que hay en el cockpit de un Spitfire es pura coincidencia). Así que da la sensacion de que el que diseñó el trasto estaba pensando más en la ametralladora que hay en las carlingas artilladas de algunos aviones; pero no en una carlinga trasera como la que llevaban los bombarderos para protegerse de los cazas enemigos (porque la acción del juego
avanza,
no retrocede), sino en algo más parecido a la carlinga frontal de un
Avro Lancaster. Claro, que no creo que los Lancaster se dedicaran a ametrallar posiciones en tierra... En fin, que esto es un pastiche
en todos los sentidos.