alt escribió:Ya en los noventa se publicaron unos cuantos juegos en disco y cinta para la gama Plus que no corrían desde cartucho; los desarrolladores que aún hacían juegos para Amstrad supieron cómo acceder al modo Plus porque averiguaron la manera o porque Amstrad se la filtró. [...]
Esta explicación auna ambas historias: la que yo conocía de que la intención inicial de Amstrad era que sólo se pudieran usar las características extendidas desde cartucho, y la que no conocía de que al final acabó saliendo software "avanzado" en disco.
alt escribió: [...] si lo miramos sobre el papel, me resultan más interesantes un Enterprise, un CoCo3 o un PcW16.
¡Argh! Ha mentao la bischa... Menudo engrendro el PcW16

Y nos quejamos de que el Sam Coupé llegó tarde, éste tuvieron los güitos de sacarlo en el '95.
alt escribió:de acuerdo con la biografía de Sugar, o con
la entrada al respecto de la Wikipedia, el fracaso de Amstrad en el mercado de los PCs se debió sobre todo a la partida de discos duros defectuosa que le sirvió Seagate para la serie PC2000. Amstrad tuvo que reemplazarlos por Western Digital, demandó a Seagate y ganó el juicio (pero años después), Sugar y sus adláteres siempre entendieron que fue una jugarreta para sacarlos del mercado de los PCs (una conspiración en la que Seagate fue sólo una parte); y eso fue, lo que de hecho, ocurrió: Amstrad abandonó la producción de ordenadores debido a la mala prensa y a las pérdidas que generaron aquellos ST277R.
Como suele ocurrir cuando algo fracasa, suele ser por más de una causa. Es cierto que los Amstrad PC se ganaron en los 90 una fama de poca fiabilidad. Y no sólo por los discos, también se le atribuían problemas de calentamiento que otros atribuían a una leyenda malintencionada (lo que ocurría es que como la fuente iba en el monitor, en la caja no pusieron ningún ventilador, pero al parecer en climas más cálidos como el sur de España, en verano, si le dabas mucha caña es posible que se calentara más de lo previsto).
Supongo que con los discos tuvieron mala suerte con una partida (y acabó destruyendo su repetición). Cierto es que había mucha gente que le tenía manía a Amstrad y se hacían altavoz de todos los problemas de fiabilidad (reales o exagerados), pero en realidad esto acababa pasándole a todas las marcas que tuvieron éxito. Amiga, Apple, etc.. tenían sus amantes incondicionales y sus detractores acérrimos.
Pero creo que además de la mala fama que se creó (o le crearon), también concurrieron otros factores como el estrechamiento de la franja de precios en la que podía moverse Amstrad. En los 90 ya no era la única que sabía hacer PCs baratos, su modelo de negocio en el nicho de los PCs estaba abocado a dejar de ser rentable. Y de hecho tuvieron la visión de buscar otros nichos, como los receptores de satélite (olvidé decir que aunque empezó perdiendo dinero por los retrasos, a lo largo de los 90 la línea fue probablemente la más rentable).
Sugar le echa la culpa a la conspiración para crearle mala fama, pero no hay que olvidar que este señor es un bocazas que siempre le echa la culpa a todos (en twitter se desfoga de lo lindo con todo lo que se menea). Dudo que hubiera una conspiración comercial más allá de la mente de Sir Alan Sugar.
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alt escribió:Y sobre la afirmación "El CPC venía a ser un Spectrum mejorado", vale tanto como decir que el CPC, el Spectrum o un Panasonic FS-A1 son como un TRS-80 mejorado: al final y al cabo todos tienen un Z80 de procesador, al que sólo han ido añadiéndole 'cosillas'

Totalmente cierto. Dije "Spectrum mejorado" por dar una referencia conocida, como podía haber dicho "C64 con Datassette integrado" o "MSX con cinta y monitor". Lo que quería es poner un ejemplo de como Amstrad no intentaba inventar productos/nichos nuevos (como sí hacía Clive Sinclair, o hicieron Atari con el ST y Commodore con el Amiga), sino que su estrategia consistía en buscar los productos que ya funcionaban en un nicho rentable, integraba varios componentes separados en un solo producto, buscaba los proveedores más baratos para apurar al máximo los márgenes, y sacaba un producto muy competitivo.
No es tampoco ningún hallazgo sorprendente: lo cuenta el propio Alan Sugar en sus memorias. Fue la fórmula que le sacó de pobre en los 70 empezando con los compactos Hi-Fi, y la que intentó seguir repitiendo hasta le dejó de funcionar y se arruinó. Desde finales de los 90 ya se vio que era muy difícil competir desde Europa en el segmento de precios más bajo. Los chinos pasaron de fabricar componentes a vender productos completos.