Al principio, me sobresalté bastante (y no por los tacos), ya que en los mensajes se hacía mención al lugar donde vivo y a mi trabajo y sentí algo de miedo, no por mi, sino como padre que soy, por mi familia.
Indagando he descubierto, más o menos, la causa y lugar (foro) donde parte todo esto y, más o menos, tengo localizado a este personaje.
En el momento que sobrepase el límite de mi paciencia... a comisaría.
