Aunque mi primer contacto con los videojuegos fue a traves de las teclas de goma del viejo Spectrum familar, mi verdadera máquina de matar consistió en un Amstrad 464 de fósforo verde. Aún guardo como oro en paño todos y cada uno de los casetes del aquel maquinón... que, por cierto, pese a los achaques de la edad, aún funciona. Mi género favorito eras las videoaventuras y los conversacionales. ¡Qué grande el maestro Andrés Samudio! Ah, y los simuladores deportivos, sobre todo si era posible jugar "a dobles" (¿alguien conocía alguna forma mejor de zanjar conflictos entre hermanos que con un buen partido de Matchday II? Yo no..

Del 464 pasé al PC, y aparecieron en mi vida Sierra, Lucas Arts... Y claro, quedé enamorado de las aventuras gráficas. Tanto, que ahora trabajo como guionista y músico en un estudio familiar que se dedica a producirlas: Fictiorama Studios.
Ahí quedan mis humildes cedenciales, y mi disposición a echar un cable en lo que sea necesario.
Saludos!