Mi pantalla de referencia para juegos es una Sony KV-FX29 TE, una bestia parda de 29 pulgadas, de 1989, que hay que levantar entre dos personas y que se lo traga todo (PAL, NTSC, SECAM, 50Hz y 60Hz; la he reparado ya tres o cuatro veces y me enterrarán abrazado a ella). Tenía curiosidad por ver qué pasaba si le enchufaba la Ouya, así que compré un adaptador HDMI-vídeo compuesto por eBay.
El resultado es bastante discreto: la imagen es muy oscura por mucho que suba el brillo de la tele, y el cacharro-adaptador no mezcla bien los colores y pondera el rojo sobre el resto:
Además, en el algún juego (el Garoudan de Locomalito, por ejemplo) la imagen se sale de la pantalla (como se ve en la imagen previa), aunque he ajustado la configuración de la consola para que no me haga overscan (originalmente, con el overscan activado como viene por defecto, el menú de inicio se desbordaba por todos los flancos).
No me esperaba, por supuesto, una gran calidad de imagen; el problema es que algunos juegos tienen mucho halo en torno a los sprites que se mueven rápido, como sucede con el mismo Garoudan o con a Ride into the Mountains (a pesar de lo borroso de la imagen, es jugable):
Como cabía esperar por la diferencia de resolución entre la salida nativa y lo que ofrece la tele, muchos textos no se leen bien:
Y por fin, algún aspecto positivo: hay juegos como The Cave o Maldita Castilla que lucen muy bien en un CRT grande, aunque la señal pase por vídeo compuesto (o, precisamente, gracias a eso y al difuminado que se genera).
The Cave queda especialmente espectacular: no me gusta el aspecto de dibujo animado moderno que tiene originalmente, y aquí parece un juego de Jaguar o de 3DO, recuerda gráficamente al Pitfall-Mayan Adventure de la última consola de Atari (por ejemplo):
Volveré a poner la Ouya junto a la única pantalla con entrada HDMI que tengo (y que me costó noventa o cien pavos en un PC-Box, no recuerdo bien; quería una que tuviera desde sintonizador analógico a HDMI para testear equipos), porque con la Sony no le puedo sacar todo el provecho que ofrece. Pero como algún día se me ponga a tiro una segunda Ouya barata, me la bajo al sótano a la de ya :-D