Jaimen escribió:radastan escribió:Pensad que a nivel profesional se trabaja a lo burro
De verdad, 128 GB os parecerá una burrada HOY, pero dentro de unos años lo mismo os parece hasta poco.
Por eso he dicho lo de a nivel doméstico, ya sé que profesionalmente, toda cantidad de memoria es poca...
Es que el perfil del usuario doméstico es algo difuso.
Si usuario doméstico = persona que usa el ordenador para navegar, ver pelis y hacer cuatro cosillas con suites ofimáticas, una máquina con 64MB bajo Windows XP, bien optimizado, debería irle bien. Y fíjate que mientras escribo esto me estoy acordando de que navegar y editar textos (ver pelis, no) lo hacía yo con una estación de trabajo IBM Risc con AIX 3.2.5 en un equipo con 8MB de RAM.
Pero es que ahora resulta que:
- Al usuario doméstico le da por editar o hacer panoramas con las fotos de su último viaje, y como las fotos tienen tropecientos píxeles de resolución, cualquier programa de estos te pide memoria para trabajar.
- Al usuario doméstico le da por hacer una composición de video con tomas del cumple de su niño con el Final Cut, el Video Maker, o alguno de estos, y estamos en las mismas.
- Al usuario doméstico le gusta de vez en cuando hacer viajes virtuales cotilleando sitios en Google Earth, y para que la navegación vaya fluida, el programa agradece toda la memoria que haya disponible para tener cacheados los tiles de las tomas de satélite de los sitios por los que acaba de pasar el usuario.
- El usuario doméstico en cuestión quiere hacer todo lo anterior a la vez, por lo que no cierra ventanas, las minimiza o simplemente pone unas encima de otras. El Sistema Operativo, si se ve corto de RAM, se poner a hacer swapping. El usuario nota al ordenador "lento" y el informático de guardia de turno le dice que tiene que ampliarle la RAM.
Total, que resulta que después de esto, y otros ejemplos que no se me ocurren pero que están ahí, tener 2, o 4GB de RAM en un equipo no resulta, a día de hoy, descabellado.
Ahora ponte en un futurible, dentro de 20-30 años a partir de hoy (y quizás me quedo largo). Nuestro usuario doméstico:
- Le gusta editar o hacer panoramas 360º con las fotos 3D que ha captado su recién estrenada cámara 3D real de tropecientos megavóxeles (voxel = pixel tridimensional), y trabajar en 3D real requiere no el doble de memoria que para una imagen 2D, sino esa camtidad, elevada al cubo. Su pantalla de monitor, cuando trabaja en 3D real, expande la imagen hacia detrás y adelante, con lo que la pantalla deja de ser una cosa plana, para convertirse en un cubo, aunque con las esquinas suavizadas. Sólo la tarjeta de video que da vida a ese monitor necesita, para el modo 3D real a resolución básica (1920 horizontal x 1080 vertical x 2048 profundidad) unos 32GB de RAM con doble buffer. Si tuviera más dinero invertiría en una tarjeta 3D que fuera capaz de dar resolución 3D real en formato 4K (4096x3112) con 8192 de profundidad, pero esas tarjetas necesitan, sólo para almacenar una imagen, 389GB.
- Le da por hacer una composición de video en formato 4K para ver en su tele 3D del cumple de su niño. Piensa mientras ve el resultado que aunque las teles 3D hayan evolucionado hasta el punto de no necesitar gafas (¡qué raro se veía el pionero 3D sin gafas de aquella consola portátil.... ¿cómo se llamaba? ah! sí! Nintendo 3DS), cualquier foto que saca con su cámara megavoxel se ve mucho mejor. ¡Puedes pasearte hasta por el interior de la foto! A ver cuándo escalan la tecnología 3D real a teles de 120 pulgadas. El prototipo de Fujitsu promete, pero aún es muy caro.
- Le sigue gustando hacer viajes virtuales con la nueva y remozada versión de Google Earth, que ya incluye por fin los modelos 3D de alta resolución de todos y cada uno de los puntos de la superficie de la Tierra, gracias a la labor de los cientos de pequeños satélites que Google lanzó junto con la NASA, y que sirven de escáneres estereoscópicos de la superficie del planeta (aunque el acuerdo incluya una cláusula bastante oscura que afecta al uso de esos satélites por parte de la NSA americana, a cambio de financiar el proyecto). Visto en su monitor 3D real (aunque sea a la resolución básica), le parece enteramente estar dentro del Taj Mahal, o visitando los jardines del Generalife.