Es que la gente es la hostia. Tengo dos AMD XP para donar a familias sin recursos; Ahí siguen porque en una ocasión uno contactó conmigo para que se lo donase, pero cuando le pasé las características del ordenador dijo algo así como "¡Uf! Pero eso es muy viejo". No, a lo mejor pensaba que le iba a regalar un Core i7 de última generación configurado para un gamer, no te jode...
Otro quiso una de estas máquinas para sus niños, "que en el cole les piden tener ordenador". Bueno, como es gente sin recursos -en teoría- me pidió el favor de que se lo acercase yo mismo (con el consiguiente gasto de tiempo y dinero, porque tuve que usar el coche como es natural -una CPU puedes meterla en una bolsa de rafia con su teclado y ratón y llevarla en autobús o a patas, pero si va el monitor de tubo va a ser que no) y al final, más de lo mismo: "Ah, yo creía que iba a ser más moderno. Ese no se si les valdrá". Pero a ver, ¿no viene con su XP original? ¿No se le puede poner incluso un Vista o un Seven, bajado de por ahí? Aun más, ¿no se le puede configurar cualquier versión actual de Linux? Y la base de todo y lo que realmente es la madre del cordero:
¿No es infinitamente mejor tener algo que no tener nada? Pues ni corto ni perezoso, me la volví a cargar y al trastero de regreso.
Es la hostia, sí.
Todo más que cualquier AMD XP a 1,4 GHz, con memoria suficiente (en ese caso 1 Gb), un disco duro adecuado (60 Gb), una gráfica relativamente potente, un lector/grabador de DVD y por supuesto sus tarjeta de sonido, LAN, USB 2.0 y demás es perfectamente capaz de realizar las tareas habituales con total fluidez, incluso edición gráfica -no profesional- o reproducción multimedia (DVD, DivX, MP3, etc). No digamos algo tan sencillo como navegar por internet y usar las redes sociales. En fin.
En todo caso, Scooter, por tirar ese Pentium IV sí que arderás en el infierno

aunque supongo -en tu descargo- que no estarías en el foro -o no te acordarías- porque podrías haberlo anunciado aquí como regalo para recoger in situ, seguramente alguno habría que lo quisiera para intentar recuperarlo, o cuando menos para seguir aprovechando lo aprovechable. Para otra ya sabes.
¡Abrazos!
Manu